martes, 29 de marzo de 2011

Ya ni llorar es bueno…?

Me causa una enorme tristeza enterarme que mi querido Acapulco haya perdido la sede del TIANGUIS TURISTICO, evento que a partir del 2012 será itinerante y dará oportunidad a otros destinos que tal vez si sepan capitalizarlo.


Más pena me causa la actitud de los ciudadanos y las autoridades que se han hecho de la vista gorda ante las múltiples llamadas de atención, sobretodo todo porque no se han tomado las acciones debidas para revertir la situación que aún prevalece.

Surge la inmediata reacción donde no hay propuestas pero si innumerables las criticas negativas, quejas y lamentaciones que se escuchan en la radio, se leen en los periódicos y las redes sociales, culpando al gobierno y llegando hasta advertencias de plantones y manifestaciones que de nada servirán por el simple y sencillo hecho de que fue decisión de los participantes y no de las autoridades.

Tal vez la respuesta esta en uno mismo como ciudadano. Que se hizo mal o que se dejo  de hacer bien? Por algo se dice que en el pecado se lleva la penitencia.

Gracias al evento Acapulco recibió durante 36 años seguidos los mejores expositores y compradores de la industria turística quienes se han encargado de proyectar y difundir la cada vez más deteriorada imagen del destino y que finalmente terminó por defraudarlos motivándolos a probar otros destinos.

De alguna manera la sociedad misma ha contribuido creando esa imagen bajo su propia circunstancia al descuidar y no saber defender su propio lugar y principal modo de vida: al eligir partidos muy prometedores y nada cumplidores; al aplaudir decisiones viscerales de autoridades; al no respetar la simple reglamentación de vialidad; al aceptar el mal trato y pesimo servicio del transporte público; al fomentar la corrupción por salir airosos; al abusar del prójimo; al soslayar la impunidad; al arrojar basura por doquier y ensuciar la bahia; al publicar imágenes de violencia en los medios y permitirse repetirlo en redes sociales.

Más que de forma el problema es de fondo que requiere replantear objetivos y propósitos, definir y encausar una profunda concientización general recordándole a cada uno de sus habitantes, ciudadano y autoridad, su papel tan importante de cumplir y hacer cumplir las leyes basadas en las buenas costumbres de la sociedad.

Que pasaría si, en lugar de criticar, quejarse, lamentarse y provocar manifestaciones, cada uno de los ciudadanos y autoridad tomara el reto de cambiar, adquirir el compromiso y responsabilizarse por mejorar y superarse consigo mismo, con su familia, sus hijos, con el vecino, con su empleo y tomara acción inmediata trabajando bien en lo que a cada uno sabe hacer y le corresponde, con honestidad, decencia, respeto y dignidad.

Es una amarga lección que deja un mal sabor de boca pero también representa un gran reto y oportunidad que invita a todos a aprender y trabajar en conjunto, ciudadanos y autoridades, participando en la elaboración de propuestas y acciones para rescatar el Tianguis Turístico lo más pronto posible y estar listos una vez mas para demostrar que Acapulco es el mejor destino de playa en México.

Algunos dirán que no les afecta tal medida, pero TODOS sin excepción comen y viven de y para el turismo.

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