domingo, 27 de marzo de 2011

El acceso al destino… como llegar?

El destino de playa se crea debido a sus atractivos naturales y actividades, y crece  por la afluencia de visitantes que se genera con el tiempo. La demanda del mercado natural que se genera obliga al destino a brindar facilidades de acceso desarrollando una adecuada infraestructura de carreteras, puertos y aeropuertos.

De nuevo recuerdo la pregunta durante la junta de trabajo mencionada y confieso que por profesionalismo no respondí lo primero que vino a mi mente: “Nadie se sube a un avión ó autobús a ver hacia donde lo llevan”.

El consumidor elige el transporte después de elegir el destino. La oferta del transporte hacia al destino esta sujeta a la demanda que éste genera. Tanto el transporte depende del destino como el destino depende del transporte, surgiendo una extraña “relación simbiótica” con mas ventajas para el transporte publico de decidir salir o quedarse.

Sin embargo, el destino no se puede mover, ahí queda, no tiene manera de venderse como producto o servicio como lo hace alguna franquicia de comida rápida que se establece alrededor del mundo. Finalmente esta obligado a llamar la atención y atraer a sus visitantes mediante sus atractivos y actividades, sus facilidades de acceso y transporte, sobretodo si es su única fuente de ingresos.

Es obligatorio por ambas partes adquirir y respetar un compromiso mediante alianzas comerciales que debe de ser “ganar-ganar”, que ni el destino deje de producir como tampoco el transporte público deje de ofrecer sus servicios. Mientras el destino se aventure a crear y desarrollar nuevas ideas de actividades y entretenimiento, además de mantener su atractivo natural, conservará su posicionamiento, mismo que el transporte lo utilizará como bandera para su comercialización.

El auge del transporte público nacional terrestre va de la mano con el crecimiento y expansión de la infraestructura carretera, pero no así el de las líneas aéreas nacionales que de por si son caras, y más aún ahora aprovechando la ausencia de una línea aérea en quiebra, ofreciendo tarifas más altas a nivel nacional que internacional, haciendo mas barato viajar al exterior.

Lamentablemente en el país los sectores de energía, de comunicaciones y transportes concesionados gozan de muchos privilegios que les permiten subir sus tarifas arbitrariamente, siendo éstas las más caras del mundo ante la falta de una verdadera competencia.

Que pasaría si, se considerara revisar y analizar a fondo los acuerdos bilaterales y hacer a un lado el proteccionismo ó la soberanía, tal vez resulte más provechoso darle oportunidad  a “cielos abiertos y quinta libertad”. Habría mayor competencia y los destinos no estarían sujetos a tarifas altas; se evitarían escalas de conexión en “hubs” transitados; se abriría mayor número de rutas y vuelos directos desde nuevos orígenes; se incrementaría la presencia del destino en mercados potenciales y habría mayor intercambio cultural entre ambos; y se captaría mayor número de visitantes que es la meta final, entre muchos otros logros.

Nada es gratis y todo tiene su precio, las empresas funcionan o quiebran, llegan y salen; los destinos y su gente continúan allí donde están.

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